Todo en el pueblo es de estilo germano, a semejanza de los pueblos vieneses./ Imagen: Banco de imágenes.

Villa General Belgrano, Córdoba

Entre senderos de cuento corren tres arroyitos que cruzan Villa General Belgrano, uno de los pueblos más pintorescos que tiene la provincia de Córdoba. Chocolates, duendes, cerveza artesanal y tortas vienesas son el atractivo de este maravilloso lugar.

La joya ubicada en el valle de Calamuchita adoptó desde el primer momento, las características de una auténtica aldea alpina.

Todo en el pueblo es de estilo germano, a semejanza de los pueblos vieneses. Desde la arquitectura, las casas de tejados rojos a dos aguas, los coloridos jardines, la vistosa madera además de la exquisita gastronomía con sus platos típicos, las deliciosas tortas, las trufas, los bombones, helados y las cervezas de varios sabores, asimismo como las costumbres, la música, los bailes, las artesanías y por supuesto, el idioma; sin dudas la Villa remite a dicho impacto histórico.

La ciudad es una de las más visitadas por el turismo debido a sus fiestas tradicionales, ellas son la Fiesta Nacional de La Masa Vienesa, la Fiesta del Chocolate Alpino y la conocida Fiesta Nacional de La Cerveza, conocida como Oktoberfest. La santa cebada aquí tiene un lugar preponderante por lo que, no sólo podrán saborear todas las marcas comerciales, sino que también van a encontrar varias fábricas locales de cerveza artesanal.

El emblema del centro de la ciudad es la Torre del Reloj que tiene un mirador de 23 metros de altura y se encuentra junto al Centro de Convenciones y Eventos; desde aquí podremos disfrutar las plácidas vistas de las Sierras y el pueblo.

Otra de las cosas interesantes es que si nos alejamos un poco del casco de la villa como tal nos encontraremos con senderos que bordean un arroyo, momento ideal para el mate con alfajores artesanales.

Este sitio tan bonito tiene duendes, pájaros y flores por todos lados. ¿Será por eso que la noche aquí tiene un encanto tan particular?

La ubicación estratégica de esta perla le facilita al visitante recorrer las diferentes localidades del valle y regresar -en el mismo día- a la localidad que a principios del siglo XX recibió cientos migrantes de Alemania y Suiza. Gracias a su clima mediterráneo, la villa de corazoncito alemán nos permite gozar de 300 días soleados al año.

Todo el año está de fiesta la localidad para enamorarse, y no podemos pasar por alto los conciertos y la Summerfest, al final del verano. Para descansar tenemos varias opciones, una de ellas es alojarnos en una cabaña o bungalow de los alrededores, llenos de saltamontes y luciérnagas soñadoras.

Villa General Belgrano es una bellísima maquinaria turística y está llena de Vida.

Redacción: Sitio Viajero