Rio de Janeiro, Brasil
¡Que levante la mano quien no tarareó alguna vez el hit de Rita Lee, ohohoho Lanza Perfume o el éxito setentero de Barry Manilow, Copacabana! ¿Quién no fantaseó con ponerse un chiringuito y quedarse para siempre disfrutando de la exuberancia de Brasil? ¿Quién no cantó lalala, Brasil Brasil? ¿Quién no soñó toparse en un atardecer mágico con la garota de Ipanema? Ah, podría seguir; de repente, me invadió la nostalgia.
Brasil es música y diversión en nuestro imaginario. Las playas de Río de Janeiro son tema de canciones y leyendas y lógicamente, tienen su porqué. Sus 129 kilómetros de costas resplandecientes, arenosas y rodeadas de montañas que bordean esta maravilla de la civilización sudamericana, inspiran al mundo y por eso jamás pasarán de moda.
Pero bueno, mientras nos organizamos para ir veamos cuáles son las que debemos visitar por lo menos una vez en la vida. La Playa de Ipanema es una de las dos playas más famosas de Río. Este elegante tramo de arena atrae a multitudes de lugareños y visitantes en igual número, con varios grupos sociales que se congregan en diferentes secciones de la playa.
La Playa de Copacabana, posee 4 kilómetros y es icónica por su arena dorada y fina, está enmarcada por el Pan de Azúcar y es una postal tradicional. Posiblemente sea la playa más pintoresca de la ciudad; casi siempre está repleta de actividad, lo que la convierte en uno de los mejores lugares para observar a la gente con una caipirinha en la mano o unirse a un partido de fútbol de playa.
Barra da Tijuca es la más larga de las playas de Río, abarca 18 kilómetros y es conocida por sus deportes acuáticos, que atraen a surfistas, practicantes de bodyboard, kitesurf y windsurf con sus olas constantes. Esta playa bañada por el sol se llena los fines de semana, pero es bastante tranquila entre semana, especialmente en comparación con sus contrapartes más famosas.
Vermelha Beach podría ser la playa más subestimada de Río. Si bien es pequeña, este tramo de arena rojiza ofrece aguas tranquilas y claras y una ruta de senderismo a lo largo de la costa rocosa.
La Playa de Arpoador se encuentra entre Ipanema y Copacabana, es fácilmente reconocible por la gran roca que sobresale entre las olas. Esta playa algo más tranquila es popular para ver una puesta de sol sobre el Atlántico, y también es conocida como la cuna del surf en Brasil. Una joyita.
Río de Janeiro nos permite disfrutar del permanente buen clima de la ciudad haciendo un vuelo en parapente. Ya me imagino dando un paseo frente a las playas de la elegante Leblon y luego en tierra firme tomando un trago sacándome la foto de rigor en el Corcovado, el Cristo Redentor y el cerro Pan de Azúcar. Visitas infaltables, muy instagrameables.
Otras opciones de enorme frondosidad, belleza y biodiversidad son Paraty, Buzios y Angra dos Reis; situadas al sur del estado no pueden quedar fuera de la lista por visitar. Pero tampoco puedo dejar de citar la manera en que los visitantes somos allí atendidos. Te tratarán como a un rey; su gente es encantadora, amable y atenta. Brasil siempre nos espera como el Cristo Redentor, con los brazos abiertos.
Redacción: Sitio Viajero
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