Madagascar se hizo famosa por la entretenida película del mismo nombre y desde entonces se han multiplicado los viajes a este recóndito país insular de especies tan únicas como exóticas. / Imagen: Banco de Imágenes.

Isla de Madagascar

En el extremo sur oriental del continente africano nos encontramos con la cuarta isla más grande del mundo, se trata de la isla de Madagascar, también conocida como “isla de las extravagancias”. Llamada así no sólo por sus únicos paisajes y cautivadora fauna sino por algunas costumbres de sus pobladores.

Madagascar se hizo famosa por la entretenida película del mismo nombre y desde entonces se han multiplicado los viajes a este recóndito país insular de especies tan únicas como exóticas. Allí te encontrarás cara a cara con carismáticos lemures, camaleones, cucarachas gigantes que comen madera, la araña endémica que fabrica la seda más fuerte del mundo y los baobabs, el longevo árbol sagrado. Además, cuenta con un curioso Bosque de Piedra declarado Patrimonio de la Humanidad. Más del noventa por ciento de su vida silvestre no puede encontrarse en ningún otro lugar de la tierra. La naturaleza es fantástica e icónica en este sitio.

¡Prepárense, este será un viaje alucinante! Madagascar es un país de viaje muy atractivo tanto por preservar la megadiversidad única en el planeta como por sus costumbres y creencias, que son las que más pueden llegar a sorprendernos.

Sin dudas, uno de los rituales más llamativos es el de sacar a los muertos de sus tumbas cada siete años, bailar con ellos y devolverlos a su lugar con las mortajas renovadas; otro ritual muy épico, se trata de la ceremonia Hain-Teny, una forma oral tradicional de literatura y poesía de los malgaches: los pobladores de la isla. Entre otras particularidades, implica el uso continuado de la metáfora.

Sólo por citar otra curiosidad más, los habitantes creen que los lemures llevan el alma de sus antepasados, y por eso los veneran.

Los terrenos de la isla son muy extensos y variados; presentan desde densa selva tropical a laderas secas y rocosas. La flora y fauna son bioadaptaciones extremas e increíbles de la mágica isla. Desde luego, la diversidad de la zona se extiende más allá de sus playas tropicales, adentrándose ya en el mar. La costa sudoeste alberga el tercer sistema de arrecifes coralinos más grande del mundo. Hay algas creciendo en el interior de los corales, este lugar tan sofisticado y frágil es el paraíso para los buceadores.

Desde el mes de mayo, los arrecifes reverberan con la canción subacúatica de una criatura extraordinaria: la ballena jorobada llega para aparearse y alumbrar nuevos ballenatos. Son famosas por sus llamados, que se oyen a cientos de kilómetros de distancia.

Este es el lugar perfecto para descansar, broncearse y disfrutar sin preocupaciones de un increíble baño en el océano Índico. Son aguas cálidas, cristalinas y -algo muy importante- están protegidas de tiburones.

La isla posee incluso una arena diferente con estrellas marinas a la vista y hermosos pájaros al borde de la playa, ¡una colonia de gaviotines parece darnos la bienvenida y lo más importante el mar, tan bonito de un azul único!

Hay poca sombra en la isla y el sol es absolutamente abrasador por eso hay que tener cuidado con las quemaduras pero las excursiones en este destino inolvidable no dejarán indiferente a nadie.

Redacción: Sitio Viajero