
Bañado La Estrella, Formosa
Formosa rinde honor a su nombre. Su paisaje de amplia hermosura alberga un bañado especial llamado La Estrella, y como ella, marca un edén salvaje para el ecoturista.
Es el tercer humedal más grande de Sudamérica y en él habitan osos hormigueros, yacarés, uriyús, carpinchos, jabirús, yararás, boas, aguarás guazú y más de 500 clases de aves de belleza impactante y gran porte. Los amantes del safari fotográfico harán de éste su lugar y tiempo ideal. El Bañado les brindará una experiencia única.
Aunque es poco profundo, el humedal se encuentra inundado la mayor parte del año por las lluvias y los desbordes del río Pilcomayo, y está en constante interacción con los seres vivos que la habitan. El humedal está inmerso en el Gran Chaco y visitar este espacio bajo el sol se vive como una travesía al maravilloso corazón de Formosa, en la región Chaqueña del Norte de Argentina.
El período comprendido entre abril a octubre es la mejor época para visitarlo, pero en realidad siempre está hermoso el paisaje. En la sorprendente dinámica que tiene el deslumbrante sitio -a veces con mucha agua, otras, con poca agua- observamos un bosque seco, de apariencia fantasmagórica. Los árboles envueltos por enredaderas parecieran estar suspendidos en el agua formando figuras extrañas.
Es una sucursal del Cielo en la Tierra, un auténtico santuario de vida silvestre que posee un largo que oscila entre los 200 y 300 km y un ancho entre los 10 y 20 km y tiene una extensión de 400 mil hectáreas.
De más está decir que este es un sitio ideal para conectarse con la naturaleza ya que la riqueza de su flora y fauna es verdaderamente asombrosa; es el paraíso de los biólogos.
El Bañado es impactante y cambiante, ya que varía en cada época del año haciendo un delicado equilibrio entre plantas, hombres y animales. El sol del atardecer refleja sus colores únicos en el maravilloso reservorio de biodiversidad, lo cual atrae a los fotógrafos, naturalmente.
Algunos lugareños ofrecen como un atractivo turístico más el paseo en bote, dar un paseo en piragüa puede ser una aventura emocionante. Es un lugar muy recomendable para visitar cuando se encuentra con agua, según en qué momento del año lo visitemos, en el mismo lugar podremos caminar o flotar.
Esto nos revela la dinámica del lugar; debido a las lluvias que ocurren durante el verano en los Andes de Bolivia más tarde producen la crecida del río Pilcomayo. A finales de la temporada estival esas aguas llegan y vuelven al paisaje muy vivaz. Tan vivaz como el rococó, tan grandioso, tan filosófico, exuberante y poético como un chamamé.